Postre sin azúcar: tarta de limón

¡Lo mejor de este postre sin azúcar es que encontrarás sus ingredientes en cualquier lugar! Una rica tarta de limón sin azúcar es lo que tus tardes están necesitando. Podrás disfrutarla sin ningún gramo de arrepentimiento y con opción a repetir.

¿Qué es lo que más nos gusta de este postre? La mezcla de sabores y texturas. El limón por naturaleza es más ácido que dulce, pero se ha utilizado en una gran cantidad de piezas de repostería por dar ese punto ácido y dulce a los postres que tanto agrada. Y esta tarta en específico, lo tiene, además de su exquisita textura cremosa típica de un mousse.

Otra ventaja de este postre es que no tiene nada de azúcar refinada ni añadida, es ideal para personas diabéticas, que desean dejar de comer pan o que deciden mantener un consumo bajo de azúcar.

Puede interesarte: Galletas de avena y banana

¡Manos a la obra!

Ingredientes:

200 gr de galletas sin azúcar (pueden ser tipo maría).

100 gr de mantequilla.

200 gr de queso crema.

500 ml de leche evaporada.

100 ml de leche descremada.

200 ml de jugo de limón.

2 sobres de gelatina neutra (puedes usar gelatina sabor a limón sin azúcar).

1 cucharada de stevia (puedes no usarla si prefieres).

Preparación:

1. Primero, las galletas. Debes triturarlas, puedes usar un procesador o mezclarlas en una bolsa y triturarlas. Luego las colocas en un bowl y agregas la mantequilla derretida para hacer una pasta firme.
   
2. La pasta la colocas en un molde para hacer el suelo o fondo de galleta de la tarta. Debe quedar firme.
   
3. Agrega el queso crema, la leche descremada y la nata en un bowl y bate hasta obtener burbujas. Será necesario para lograr la textura de mousse.
   
4. En una olla agrega el zumo de limón hasta hervir. Al hervir, coloca los sobres de gelatina neutra y revuelve hasta que esté bien mezclada.
   
5. Luego agrega esto a la mezcla de mousse hecha anteriormente con los productos lácteos.
   
6. Vierte la mezcla sobre la mezcla de galletas en el molde para hervir, y déjalo enfriar en la nevera por al menos 4 horas.
   
7. Sacas del molde y listo, ¡a comer!