Rubén Darío dejó de fumar con el Método Abrahamson

Redacción Arahamson Center. Rubén Darío Quirino Machado, es colombiano y tiene 52 años, edad de la que un poco más de la mitad de su vida estuvo envuelto en la adicción al cigarrillo. 

Y es que, a la corta edad de 18 años empezó a fumar por lograr aceptación grupal y, pronto, en los próximos 7 años, lo que inició como algo que podría controlar en eventos sociales y con amigos, a sus 25 años, lo convirtió en un fumador de entre 4 y 6 cigarrillos diarios. 

Nuestro entrevistado es administrador de empresas, con dos maestrías en gerontología y nos cuenta que antes de conocer Abrahamson Center, cumplió un ciclo de 27 años fumando. 

“Hace meses me ocurrió un evento personal, emocional, el cual me empujó a incrementar el consumo de cigarrillo y pasé de entre 4 y 6 cigarrillos a dos cajetillas”, nos dijo. 

“Me levantaba a altas horas de la noche a fumar”, repetía Rubén Darío, al tiempo que hizo una pausa para indicarnos que lo que lo motivó a dejar de fumar lo puede enmarcar en 3 palabras: ‘salud, bienestar y amor’.

“El método Abrahamson lo conocí por mi afán de buscar y querer dejar de fumar. Me puse a buscar en internet y encontré el Centro Abrahamson. Encontré un video que me causó curiosidad y me pareció interesante y casi mágico”, afirma Rubén Darío. 

Nos explicó que con anterioridad utilizó la fuerza de voluntad para dejar de fumar, pero no pudo. Compró cigarrillos electrónicos y tampoco le funcionó y lo que realmente lo motivó fue el amor y por eso decidió dar el paso. 

“Después de tener la experiencia de la primera sesión en el centro de Abrahamson no tuve esa ansiedad de estar consumiendo y estar fumando cigarrillo”, aseguró. Mientras nos comentó que se hizo una autoprueba para probar su reacción.

“Me hice una autoprueba de comprar unas cajetillas y tenerlas a la mano y no sentí la necesidad. Inicialmente pensé que sentía algo mágico porque disminuyó la ansiedad”, afirmó.

“Lo recomendaría a ojos cerrados porque funciona”, concluyó diciendo Rubén Darío Quirino Machado, durante nuestra entrevista. 

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