El uso de cigarrillos electrónicos, vapeadores y vaporizadores de nicotina se han hecho de uso común en los últimos años. Esto principalmente porque los cigarrillos electrónicos se han presentado como una alternativa al cigarrillo tradicional, pero esta al contrario de lo que se cree, es nada saludable. Analicemos el por qué.
Si bien es cierto que no todos los dispositivos electrónicos para fumar contienen nicotina, en diversas investigaciones se ha determinado que aunque algunas marcas etiquetan sus productos como “libres de nicotina” sí la contienen, aún en pequeñas dosis.
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¿Cómo funcionan los cigarrillos electrónicos?
En simples palabras, los cigarrillos electrónicos calientan un líquido para convertirlo en vapor, que es lo que inhalan las personas y llevan a sus pulmones. Hasta este punto no suena como algo dañino. Sin embargo, aunque el líquido puede ser agua, casi ninguna persona busca líquidos que puedan ser considerados “saludables”.
Los principales líquidos usados para vaporizar son sintéticos, y de acuerdo a las muestras, nada saludables. Las sustancias utilizadas en los cigarrillos electrónicos suelen clasificarse de la siguiente manera:
- Compuestos Orgánicos Volátiles (COV): Provienen de fuentes orgánicas pero que al ser convertidas en vapor, pueden causar irritación en distintos órganos, como riñón, ojos, hígado y sistema nervioso.
- Productos Químicos saborizantes: Estos son sintéticos, es decir, artificiales, y suelen contener químicos como el Acetato de Vitamina E o Diacetilo. Diversos estudios han demostrado que estos químicos pueden causar lesiones severas en los tejidos de los pulmones.
- Formaldehído: Tal vez el más grave de todos, ya que está relacionado directamente al cáncer de pulmón, boca o vías respiratorias.
La principal razón por la que estos dispositivos aparecieron como una alternativa a dejar el cigarrillo es porque no usaban nicotina. Lo que ha quedado demostrado que es completamente falso, y además, utilizan químicos que no están presentes en los cigarrillos tradicionales, pero que pueden ser igual o más nocivos.
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De igual forma, estos dispositivos no presentan la solución final: dejar de fumar. Simplemente buscaron reemplazar una cosa por la otra. A pesar de tener olores mucho más agradables, los cigarrillos electrónicos son responsables de síntomas severos y agudos como EVALI, una enfermedad asociada exclusivamente al uso de vapers.
Algunos efectos evidentes del uso de vaporizadores de nicotina son:
- Tos
- Dificultad para respirar
- Dolor en el pecho al momento de hacer esfuerzo físico
- Cansancio crónico
- Pérdida de peso
- Resequedad en la garganta
- Náuseas
Aunque aún existen muchas áreas por investigar al respecto, diversas organizaciones como el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades en Estados Unidos advirtieron en el 2020 sobre el incremento de casos de enfermedad pulmonar registrados en los 50 estados. Allí indican que todas las personas hospitalizadas y diagnosticadas con EVALI tenían restos de Acetato de Vitamina E en sus cuerpos.
Puedes leer el informe completo aquí: Brote de lesión pulmonar asociada con el uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo
En conclusión, ¿Son los cigarrillos electrónicos una opción para dejar de fumar?
No existe evidencia científica para aseverar que son una opción para disminuir el hábito de fumar. De hecho, no cuentan con aprobación de la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos. En algunas páginas de internet se pueden encontrar anuncios de venta de estos dispositivos donde indican que son más saludables que los cigarrillos tradicionales. Esto es información colocada por la propia marca y no tiene ningún valor científico.
Por lo tanto, la respuesta corta para la pregunta sería: No, no lo son.
Lo preocupante de la situación es que cada vez estos dispositivos son más comunes entre los adolescentes, especialmente en países como México, o en países donde no existen regulaciones en cuanto al hábito de fumar en lugares públicos.
Esto es una señal de alarma, principalmente porque en un estudio del 2016 realizado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades explicó lo sdaños que puede causar la nicotina en el cerebro del adolescente. Especificamente, se refieren a la influencia psicoactiva de la nicotina en la creación de conexiones sinápticas que general el cerebro en su fase de desarrollo, fase que se completa hasta los 25 años de edad en promedio.
Dejar de fumar por completo es la mejor opción que tienen las personas. Aún así, métodos aprobados por la FDA como el medicamento Champix solo brindan un 40% de efectividad a las personas y este medicamento sigue sin ser una solución, ya que la persona bajo este tratamiento continúa recibiendo pequeñas dosis de nicotina.
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