Los efectos nocivos en la salud que ocasiona el cigarro son muy conocidos, no obstante, miles de fumadores los ignoran, y si tú eres uno de ellos, hoy tenemos una mala noticia para ti: las investigaciones más recientes revelan que el tabaquismo acelera el envejecimiento facial, incrementa la cantidad de arrugas y la pérdida del tono muscular, especialmente en la cara.
Probablemente hayas observado que los fumadores tienen lo que se conoce como “arrugas de fumador” alrededor de los labios, las cuales son comunes por la forma en que se frunce la boca para dar la calada al cigarro. Sin embargo, no son las únicas consecuencias de fumar, ya que las sustancias que contienen los cigarros aceleran el proceso de envejecimiento, contribuyendo a cambios en la apariencia del rostro como un tono grisáceo en la piel, inflamación o surcos profundos debajo de los ojos, labios más finos, patas de gallo (arrugas en los ojos), cutis disparejo, acné, líneas profundas entre las cejas, entre otros.
Entre más cigarrillos fumes al día, y mayor sea el periodo que lleves con el hábito, las probabilidades de tener arrugas prematuras y acelerar el envejecimiento facial serán más altas. Ahora bien, si además del tabaquismo te expones al sol sin protección, bebes mucho alcohol y/o consumes azúcar en exceso, el resultado no tardará en reflejarse en tu rostro y probablemente aparentes tener más años.
La nicotina y las otras sustancias químicas que contienen los cigarrillos provocan que los vasos sanguíneos se vuelvan más pequeños, reduciendo el flujo de sangre y, con ello, de oxígeno y nutrientes a las células de la piel. Por si fuera poco, esta situación también contribuye a la caída del cabello, ya que los folículos capilares tampoco reciben las vitaminas y minerales que necesitan para crecer sanos y fuertes: colágeno, biotina, vitamina A, D, calcio, entre otras que contribuyen a la elasticidad y reparación de la piel.
Al no poderse reparar la piel mediante sus propios mecanismos naturales, la cicatrización se vuelve más lenta y probablemente queden marcas negras o marrones si sale un grano. Por otro lado, hábitos como entrecerrar los ojos, fruncir los labios o las cejas de forma repetitiva y constante contribuye a la aparición de líneas de expresión, mientras que el humo exhalado y el no inhalado dañan la superficie de la piel, volviéndola más seca o tapando los poros, lo que provoca la aparición de acné.
Por último y lo más doloroso: el daño provocado por el tabaquismo en la piel es irreversible, y solo dejando de fumar podrás frenar un poco el problema y evitar que el daño sea mayor.
¿Qué esperas para tomar la decisión de mejorar tu salud y apariencia física? Dejar de fumar es posible con el método Abrahamson, mediante el cual en una sola sesión podrás cambiar tu vida para siempre y dejar atrás ese hábito nocivo. Agenda tu cita a través de nuestro formulario de contacto y comprueba lo fácil que es decirle adiós al cigarro con Abrahamson Center.