De entre todas las enfermedades crónicas, la más temida y tal vez la más silenciosa puede ser la diabetes. Muchos expertos desconocen el origen de esta enfermedad, pero la mayoría coincide en que se debe a nuestros hábitos diarios. Conoce por qué la diabetes es un resultado de nuestro estilo de vida y cómo puedes prevenirla.
De acuerdo al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) la diabetes es una enfermedad crónica que afecta la manera en que el cuerpo usa los alimentos para crear energía. Pero, ¿qué quiere decir esto?
Todos los alimentos que consumimos se convierten en azúcar (glucosa) y esta es usada por el cuerpo para obtener energía. El proceso es algo complejo, pero se puede intentar explicar de una manera sencilla de esta manera:
1.- Primero, tienes hambre y buscas algo para comer.
2.- Cada alimento que ingieres pasa al estómago, y de allí al intestino delgado, donde los alimentos se absorben y digieren.
3.- En este punto, el hígado comienza a procesar los alimentos y a enviar glucosa al torrente sanguíneo.
4.- Cuando este aumento de glucosa se produce, el páncreas recibe una señal y comienza a generar insulina, la hormona que se encarga de regular y mantener los niveles de glucosa en su estado normal, y también la que permite que las células usen esta glucosa para almacenar energía.
Hasta este punto, todo bien. ¿O no?
La cuestión está en la siguiente pregunta: ¿Cuánta azúcar es capaz de procesar nuestro organismo? Que se produzca un diagnóstico de diabetes toma tiempo, estaríamos mintiendo si dijéramos acá que la diabetes se produce de un día para otro. Pero sí es cierto que nuestro estilo de vida y otra pequeña parte genética, tienen mucho que ver para obtener un diagnóstico de diabetes.
La diabetes se divide en dos tipos:
Diabetes tipo 1: la forma más rara de la enfermedad y es autoinmune, es decir, que el cuerpo se ataca a sí mismo y provoca un daño en el páncreas, haciendo que éste no produzca insulina, o muy poca. Actualmente no existen maneras conocidas de prevenir la diabetes tipo 1 ya que es principalmente hereditaria.
La diabetes tipo 2 o también llamada Diabetes Mellitus, es la forma más conocida de la enfermedad y se da cuando los niveles de azúcar son demasiado elevados.
Entonces, ¿cómo se llega a ser diabético?
En medicina, la diabetes se diagnostica a través de exámenes de sangre que evalúan los niveles de glucosa (azúcar) en sangre en ayunas. Si la medida de azúcar indica un nivel superior a 120 miligramos por decilitro de sangre en ayuna, es probable que su médico recetará exámenes más rigurosos para confirmar que se trate de diabetes.
Sin embargo, este es el punto final. Generalmente las personas recorren un camino largo para llegar a ser diabéticos. Y todo se debe a nuestro estilo de vida:
- Solemos ser sedentarios o nuestra actividad física es mínima.
- No cuidamos la cantidad de alimentos ricos en azúcar refinada que ingerimos: sodas, dulces, panes refinados, jugos, cereales azucarados, etc.
- No comemos suficiente fibra.
- Vivimos bajo constante estrés y angustia.
- No descansamos lo suficiente.
Todos estos son los escenarios en los que cualquiera de nosotros podríamos llegar a desarrollar diabetes en algún punto. Por esta misma razón, se dice que la diabetes es una enfermedad prevenible que se evita con un ajuste en nuestros hábitos diarios.
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Cuando hay diabetes, nuestro cuerpo pierde la capacidad de utilizar de manera adecuada la glucosa que obtiene de los alimentos, poniéndonos en riesgo de: sufrir de obesidad, tener problemas de visión, desarrollar enfermedades del corazón, perder la capacidad de coagulación de la sangre, lo que es peligroso cuando tienes heridas abiertas.
Ya te preguntas, ¿Cómo saber si tengo diabetes?
Es importante recalcar que aquí hacemos énfasis principalmente en la diabetes tipo 2, que es la forma más común de diabetes. La diabetes tipo 2 se puede reconocer principalmente por el examen de sangre que mide el nivel de glucemia y también por algunos síntomas, pero si lees esto debes saber que cada cuerpo es distinto, por lo que no siempre se dan todos los síntomas.
Los síntomas más comunes son (De acuerdo al Instituto Nacional de Diabetes y enfermedades digestivas).
- Fatiga crónica.
- Sed excesiva.
- Orina constante y fuerte.
- Visión borrosa.
- Entumecimiento de las extremidades.
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Aumento de peso sin razón aparente.
Si te fijas, hemos marcado uno de los síntomas en negrita. ¿Por qué lo hicimos? Porque este punto es uno que la gran mayoría de las personas diagnosticadas con diabetes pasaron por alto.
¿Por qué a los diabéticos les da mucha sed?
La respuesta está en los riñones. Estos son los órganos encargados de filtrar la sangre de lo que no necesitamos y luego expulsar a través de la orina. Cuando existe un nivel alto de azúcar en la sangre, estos deben trabajar extra para filtrar la cantidad de glucosa, produciendo más orina de lo habitual. Esta necesidad de orina constante termina extrayendo los líquidos de los tejidos, produciendo más sed de lo que normalmente sentimos y necesitamos porque en palabras técnicas, la hiperglucemia deshidrata.
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Afortunadamente, en la actualidad la diabetes no significa una sentencia de muerte. No existe cura para esta enfermedad pero con el tratamiento correcto, la persona puede vivir plenamente. No obstante, siempre se está en riesgo. Por lo que si temes de que puedas estar consumiendo más azúcar de lo normal y necesitas prevenir esta enfermedad, te dejamos algunas recomendaciones de lo que puedes hacer:
- Aumenta tu actividad física
Nadie dice que tengas que convertirte en un atleta de alto rendimiento para prevenir la diabetes, pero hacer ejercicio al menos 3 veces por semana por 30 minutos puede ser suficiente para aumentar tu capacidad metabólica, es decir, aumentar la cantidad de calorías y energía que tu cuerpo usa a diario. Además el ejercicio te ayuda a prevenir enfermedades relacionadas a la diabetes como enfermedades cardiacas o el Alzheimer.
- Mejora tu alimentación
Básicamente, la diabetes comienza por lo que comemos. Existen múltiples razones para dejar el azúcar refinada, no la necesitas para mantenerte activo y saludable. Agrega más vegetales y verduras a tu alimentación diaria, cereales enteros y proteínas. Serán tu mejor fuente de energía. En Abrahamson trabajamos con un tratamiento que quita los antojos por comer dulces, perfecto para ayudar a personas con diabetes o a para los que buscan prevenir la enfermedad.
- Evita las sodas
Las sodas tienen hasta 2 y 3 veces la cantidad de azúcar que la OMS recomienda comer. Una sola soda al día puede ponerte en un riesgo alto de desarrollar obesidad, hígado graso y diabetes.
- Duerme más
El descanso perfecto podría estar entre las 7 horas o más. Dormir lo necesario (no lo suficiente) le permite a tu cuerpo regularizar hormonas como el cortisol, agente del estrés que nos da energía pero también aumenta los niveles de azúcar en la sangre si el estrés es permanente. Por lo que dormir es esencial para vivir saludables.
- Evita el alcohol
El alcohol es sintetizado en el cuerpo como azúcar, y algunas bebidas, como el vino o la cerveza, provienen de la fermentación, proceso donde se crean azúcares. Si bebes alcohol en exceso podrías estar agregando calorías extras a tu cuerpo y además, afecta el funcionamiento del hígado, órgano esencial para el procesamiento de los alimentos.
- Perder peso
Esta es la suma de las anteriores. Perder peso no se trata solo del aspecto estético, si no de mantener un peso saludable que le permita a nuestro cuerpo funcionar de una manera óptima.
Los niveles altos de azúcar pueden ser totalmente controlables y evitar la prediabetes es posible. La cantidad de personas que reciben un diagnóstico de diabetes a diario aumenta cada año, y esto se debe a una alimentación cada vez más artificial, industrializada y estilos de vida que van ajenos a lo que el cuerpo humano necesita para estar sano y con energía.
¡Atrévete a cambiar tu vida y a vivir sano!