No siempre se trata de bajar algunos kilos o de verse en una figura más esbelta. También, es necesario evitar el estrés o las cargas tóxicas de nuestro físico y emocional. Muchos alimentos pueden traernos bienestar y armonía sobre todo en las épocas en donde el “hambre emocional” está presente.
No siempre comemos por hambre. También, comemos cuando estamos tristes, nerviosos, enfadados, aburridos… Y muchos sabemos que a veces este impulso por comer es mayor a nuestras fuerzas. Es lo que muchos expertos llaman el “hambre emocional”. ¿Se puede calmar? Sí, cambiar nuestros hábitos alimenticios nos puede ayudar a recuperar la armonía.
Alimentos que mantienen el equilibrio emocional
¿Qué es eso de la “nutrición emocional”? Es una fórmula para controlar el “hambre emocional”. Los nutrientes de algunos alimentos son una ayuda extraordinaria para mantener el equilibrio emocional. Son tantas las posibilidades que te resultará muy fácil incluir a alguno de ellos en tu dieta diaria.
1. Omega 3
Estas grasas saludables constituyen la base de un tipo de dieta especialmente antiinflamatoria, neuroprotectora y celosa del bienestar emocional. Los aceites vegetales, nueces, almendras o en forma de suplementos muestran una dramática disminución de las tasas de ansiedad, además de disminuir los síntomas de depresión.
2. Cúrcuma
La curcumina es una molécula mágica con más de 100 actividades beneficiosas en el organismo. Además de anticancerígena, antioxidante, antiinflamatoria y muchas cosas más, posee la preciada facultad de atravesar la barrera hematoencefálica en el cerebro, donde desarrolla su papel neuroprotector (beneficioso para enfermedades neurodegenerativas, párkinson, alzhéimer, ictus cerebral…), y es capaz de mejorar el estado de ánimo.
3. Fermentados y probióticos
Multitud de vegetales y lácteos fermentados actúan como equilibradores de la flora microbiana intestinal, la microbiota, encargada de producir la mayoría de la serotonina del organismo, principal neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo. El 95% de la serotonina se produce en el intestino y entre otras funciones, regula el estado de ánimo, las emociones y el apetito. Evitar elementos de tensión (tóxicos, medicamentos y otros) y el aporte correcto de probióticos es imprescindible.
4. Frutos secos
En general, todos aportan diversos minerales, como el magnesio y el hierro, que impiden la fatiga neuronal y los estados de ansiedad asociados. Algunos, como los anacardos, son especialmente ricos en triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina, que es el neurotransmisor que da serenidad, calma y paciencia, además de ayudar a dormir bien, a relajarse….
5. Frutas rojas
Fresas, frambuesas, moras, cerezas, granadas, arándanos y otras, ricas en flavonoides y antocianinas, ofrecen una incomparable cascada de sustancias saludables y muy beneficiosas para aliviar el estrés y la ansiedad. Contribuyen a la producción de dopamina,que facilita las labores cognitivas y estimula un estado de ánimo equilibrado.
6. Chocolate, té y café
Destaca el papel antioxidante del té verde, el efecto estimulante del sistema nervioso central del café a mini dosis adecuadas, que aumenta el nivel de endorfinas, y el chocolate negro, sin azúcares añadidos, que reduce el cortisol, la hormona del estrés, y genera bienestar y un buen estado de ánimo.
Con frecuencia el hambre emocional se disfraza de apetito. ¿Cómo podemos detectarla?
- Reconoce y atiende tus disparadores emocionales: dificultades, soledad, miedos y situaciones de estrés se esconden tras los atracones.
- Prestar atención a una dieta saludable contribuye a equilibrar emociones, ansiedad y estrés.
- El cuerpo emocional no se saciará hasta encontrar su propio alimento: el cariño, el contacto físico, el ejercicio, un masaje, la meditación, la paz…
- Come de forma consciente, apreciando la textura al masticar, despacio, saboreando el alimento, sentados a la mesa, sin prisa.
- Practica la nutrición emocional sin caer en obsesiones.
La macrobiota afecta nuestro comportamiento
Resulta que todos tenemos en el intestino un montón de millones de bichitos, que normalmente son beneficiosos y necesarios su desequilibrio puede llevar a sobrepeso y varios problemas de salud. Además son capaces de afectar a su comportamiento, incluso responsables de algunas de las crisis de ansiedad y también de que no se pueda resistir a ponerse a comer sin parar, allí, de pie, delante del frigorífico, hasta que se termina la pastilla de chocolate entera.
Los probióticos ayudan a equilibrar nuestro apetito
Los probióticos son microorganismos que provocan beneficios en la salud cuando se consumen. Los probióticos se encuentran en el organismo de manera natural, pero también pueden estar presentes en algunos alimentos como los yogures. Los principales son los lactobacilos y las bifidobacterias.
No se trata solo de cuidar nuestra dieta, sino que es preciso prestar atención al ambiente emocional y contribuir al equilibrio de la microbiota.
Una buena cena, con alimentos alcalinos, antiinflamatorios y probióticos, ricos en omega 3 y antioxidantes. Serán sin duda un manera de consentirnos y fortalecer nuestro sistema no solo físico sino emocional.