Si eres de las personas que han intentado todo tipo de dietas para bajar de peso, y que al final terminas con frustración, porque bajas de peso pero al cabo de unos cuentos meses los recuperas y en muchas ocasiones vienen de más, lee este artículo que te va a ayudar a entender por qué.
¿Cuántas veces has iniciado una dieta y caes en el famoso efecto rebote? Sin importar el nombre de la dieta, todas tienen algo en común: rutina. Existen varias razones por las que las dietas para bajar de peso no funcionan para todas las personas. Algunas incluso vienen explicadas por la ciencia.
Pero antes de ir directo a estas razones, revisemos un poco qué dice la bibliografía sobre qué es verdaderamente una dieta.
Según la nutrición…
El mundo de la ciencia responde sobre qué es una dieta, y de acuerdo a la rama de la medicina encargada de la alimentación, una dieta es:
La suma de las comidas que realiza una persona u otro organismo.
Hasta aquí, todo bien. Pero ¿Qué pasa con esto? cuando hablamos de la suma de las comidas, nos referimos a todo. Por lo tanto, una dieta no es un régimen estricto, sino todo lo que consumes día a día. No se refiere a la estructura que sigues o a un plan alimenticio. Por eso existe algo llamado “hábitos dietéticos”:
Los hábitos dietéticos conforman el patrón de alimentación que sigue a diario, esto incluye las preferencias alimentarias, la influencia familiar y cultural sobre el individuo en lo que respecta a los alimentos que ingiere.
Aquí nos acercamos más a lo que conocemos comúnmente como “dieta”. Es un patrón de comportamiento alimenticio, palabras más y palabras menos, son tus elecciones diarias. Pero aún sigue faltando algo: no se mencionan objetivos de pérdida o ganancia de peso.
Una dieta no es una forma sostenible de bajar de peso. Las dietas para bajar de peso te llevan a un punto, pero no te enseñan lo que debes hacer para mantenerte en ese punto. Y luego, la cura se convierte en algo peor que la enfermedad.
Aquí va un fact: El 80% de las personas que pierden grasa corporal con dietas no logran mantenerlo después de 12 meses.
Las razones por las que las dietas pueden fallar son muchas, pero vamos a enfocarnos en cuatro principales:
- El peso se recupera porque las “dietas” no son personales.
Cada cuerpo tiene una manera de funcionar, y tiene necesidades específicas. Nuestra alimentación debe ser para cubrir nuestras necesidades, y no para hacernos encajar en un molde. Por ejemplo: Una persona con alta actividad física requiere más energía, por lo tanto puede tener una ingesta de carbohidratos superior a una persona que no requiere la misma energía.
2. Las dietas limitan y restringen, haciéndose insostenibles.
Imagina pasar toda tu vida dentro de un plan, en el que todos los días debes hacer lo mismo: comer lo mismo, vestirte igual, ver un solo programa de televisión una y otra vez, caminar la misma calle y ver las mismas personas cada día. Suena imposible, ¿cierto? Lo mismo sucede con las dietas. Al inicio notas los cambios, pero cuando no tienes el plan a la mano, y cuando tu cuerpo comienza a adaptarse a la dieta y no continúa reaccionando igual, inicia el proceso de frustración. La razón es porque no aprendes a alimentarte escuchando a tu cuerpo, sino a seguir un plan que no está diseñado para ti.
3. Estados de estrés constantes que producen cortisol
La hormona cortisol es una de las tantas responsables de que nuestro cuerpo acumule grasas, además de que produce oxidación de las células. Y uno de los grandes generadores de cortisol en nuestro cuerpo es el estrés. Es una respuesta natural de nuestro organismo. Por lo que si sueles pasar por estados de estrés constantes; no importa el tipo de dieta que lleves, siempre habrá un revés.
4. Se enfocan en el resultado, no en el proceso.
Hay una canción de un cantante uruguayo que dice: “Amar la trama, no el desenlace”. Disfrutar el proceso de aprender a comer es mucho más importante que sentarse a seguir un plan restrictivo. Porque aprendiendo a elegir es como podrás empoderarte de tu alimentación y de cubrir las necesidades alimentarias. Conoces cuáles alimentos te caen bien, cuáles te hacen sentir pesado, cuáles te hacen bajar de peso y cuáles te inflaman.
Hay que aprender a escuchar a nuestro cuerpo. Comer no debe ser una forma de castigo autoimpuesto, sino una forma de disfrutar la vida. Sabemos que una de las cosas más difíciles es luchar contra los antojos, y si a eso le sumas que las dietas para bajar de peso no funcionan, puedes llegar a sentir frustración y desarrollar ansiedad por comer.
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